top of page

¿Cómo es tu relación con el momento presente?


El presente, lo que me pasa hoy, lo que estoy viviendo, lo que siento en ese momento… Hay muchas formas de relacionarse con el presente, hoy voy a hablar de algunas de ellas y de por qué es tan beneficioso para la mente y el cuerpo vivir más en el presente que en el pasado o en el futuro.

Partamos de que lo único que existe es el momento presente, el que estás viviendo en este preciso instante. Todo lo que recuerdas del pasado y lo que proyectas en el futuro no tiene nada que ver con la realidad, ¿por qué?


Vamos a empezar a analizar cómo convivimos con los recuerdos del pasado. Cuando pensamos en el pasado solemos hacerlo de dos formas: magnificamos lo bueno e intentamos no recordar lo malo. Pongamos un ejemplo imaginario para cada caso:

  • Recuerdo lo bien que lo pasamos en la fiesta del dieciocho cumpleaños de mi hijo hace unos años. Recuerdo quien estuvo, la música, las risas, a mi hijo disfrutando con sus amigos, a mi familia feliz… Al recordar ese día no le doy importancia a que en ese momento también estaba pasando por una situación complicada en el trabajo, que estábamos luchando con el banco para amortizar una hipoteca y que la fiesta se nos fue de las manos de presupuesto. Solemos recordar los buenos momentos desde la emoción positiva que nos transmite el recuerdo, no desde la realidad del momento que atravesábamos.

  • Durante la adolescencia tuve que cambiar de colegio porque mi familia se mudó a otra ciudad. Pasé de un colegio en el que tenía un grupo de grandes amigos y sacaba muy buenas notas a otro en el que me costó muchísimo adaptarme y congeniar con la gente. No suelo recordar esos momentos de forma proactiva y si lo hago, tengo recuerdos vagos y sin mucho detalle.


Cuando vivimos más en el futuro que en el presente es cuando nos encontramos soñando con cómo va a ser nuestra vida en unos meses o en unos años. A veces vivimos más en nuestro mundo imaginario de deseos que en el que vivimos realmente y esto nos lleva algunas veces a tener que gestionar nuestras expectativas y muy a menudo a la insatisfacción, de forma que tu presente se convierte en un proyecto no logrado. Os voy a poner un ejemplo:

  • – Me he pasado gran parte de mi vida soñando con tomarme un año sabático y viajar por todo el mundo. Por una u otra razón, no he podido hacerlo todavía y me siento frustrada cuando termina un año, comienza otro y veo que mi sueño se aleja cada vez más.

Personalmente pienso que hacer planes está genial, el problema es cuando a esos planes les damos el poder de condicionar nuestra felicidad. ¿A qué le estás dando tanta fuerza que no te permite vivir con plenitud el momento presente?


El momento presente es nuestra realidad, si quieres soñar con algo que quieras conseguir está bien, pero visualízalo y decide qué vas a hacer para conseguirlo. Si recuerdas algo con alegría o cariño está genial, pero te diría que no intensaras caer en la melancolía de “los buenos tiempos”, porque a lo mejor tu mente no recuerda que en aquellos buenos tiempos también pasaron cosas que no eran tan buenas.


En coaching os ayudamos a trabajar estas reflexiones y a activar cambios que uno por sí mismo tiene más dificultad de activar.


En definitiva, lo único que tenemos es hoy, es nuestra realidad. Mi pregunta es: ¿qué estás haciendo para que hoy sea estupendo? Las circunstancias cambian si cambias tu forma de pensar, recuerda, somos lo que pensamos.


Te invito a reflexionar dónde está tu mente normalmente: pasado, presente o futuro. Si no está en el presente, ¿de qué estás huyendo?, ¿qué necesitas mejorar para que tu presente sea digno de ser vivido de forma plena? Sólo tú puedes mejorar tu vida.

Foto Freepik

Melinda Sánchez Coach

 
 
 

Comments


bottom of page