¿Dónde estás poniendo tu energía?

Donde pones tu energía crece, tal cual, sin más, para bien y para mal. ¿Dónde estás poniendo tu energía? Cuando hablo de energía me refiero a tu atención, foco, intereses, etc.

¿Te has preguntado por qué no te llega algo que deseas? Pongamos algunos ejemplos: no encuentro a una persona con la que compartir mi vida, no me sale un trabajo que merezca la pena, me cuesta muchísimo sacar adelante mis estudios…

Cojamos uno de los ejemplos para poder extrapolarlo a cualquier situación: “no encuentro a una persona con la que compartir mi vida”. ¿Te pasas el día lamentándote porque te sientes sol@? ¿Te proponen planes y prefieres quedarte en casa? ¿Te da pereza probar nuevas formas de conocer gente? Cuando conoces a alguien, ¿estás más pendiente de sus defectos que de sus posibles virtudes? Si este es el caso, hazte estas dos preguntas para analizar la situación:

¿Cuál está siendo mi actitud? Si quiero una cosa y mi actitud es la contraria, existe una contradicción, no estoy poniendo toda mi energía en conseguirlo.

¿Qué estoy haciendo para conseguirlo? Si las acciones de mi día a día no tienen ninguna relación con lo que quiero conseguir, será más complicado que lo consiga porque, de alguna forma, estoy poniendo resistencia por miedos relacionados con experiencias negativas del pasado o creencias limitantes (ver post para saber qué son las creencias limitantes).

Igual que regamos las plantas para que crezcan, tenemos que “regar” nuestros objetivos, entenderlos y entender qué estamos haciendo para conseguirlos. Necesitamos estar en consonancia con quienes somos y lo que queremos.

Igualmente, cuando proyectamos energía negativa, estamos “regando” también ese tipo de sentimientos negativos que irán creciendo hasta que seas consciente de que debes poner tu energía en otra cosa. La negatividad trae negatividad y no aporta nada a tu crecimiento.

Recuerda: donde pones tu energía crece, ¿dónde quieres poner la tuya?

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Melinda Sánchez Coach

www.melindasanchezcoach.com