¿Sabes qué es la neuroplasticidad?
- Melinda Sanchez
- 13 dic 2024
- 3 Min. de lectura

¿Cuánto te cuesta adquirir nuevos y mejores hábitos, salir de tu zona de confort…? ¿Cuántas veces has intentado hacer un cambio en tu vida? Normalmente el cambio, en general, es algo que nos cuesta mucho. Hoy vamos a aprender por qué nos cuesta tanto y cómo la neuroplasticidad nos puede ayudar a sobrellevarlo mejor.
La neurociencia adaptada al cambio es una de mis especialidades, entender muy bien cómo funciona nuestro cerebro, en conjunto con nuestro cuerpo en un proceso de cambio es algo que he estudiado mucho y sigo estudiando para poder ayudar a mis coachees en sus procesos de cambio. Normalmente cuando hacemos coaching la idea es conseguir un objetivo, mejorar algo en nuestra vida, desprogramar viejos programas… y para ello es importante la gestión del cambio, aprender qué quiero nuevo en mi vida para desaprender viejos hábitos o programas.
En este proceso de aprender a desaprender es donde la neuroplasticidad toma un papel relevante. La neuroplasticidad es la capacidad que tiene nuestro cerebro para cambiar y adaptarse a las experiencias que vivimos. Según vamos acumulando experiencias en nuestra vida, el cerebro va cambiando y regenerando sus conexiones neuronales para integrar esas nuevas experiencias. Por eso, la neuroplasticidad es la base del aprendizaje para aprender cualquier idioma, cualquier tipo de habilidad, hacer las cosas de forma distinta… Cuando hacemos algo que no habíamos hecho antes o lo hemos hecho de forma distinta, el cerebro necesita crear nuevas conexiones neuronales y según vamos aprendiendo, la práctica hace que lo hagas cada vez mejor porque estamos reforzando esas nuevas conexiones neuronales que hemos creado.
Pongamos un ejemplo en el ámbito del coaching: a Patricia le preocupa darles tanta importancia a las cosas de trabajo, a veces se las toma de forma personal y quiere dejar de darles tanta importancia. Su objetivo es relativizar más las cosas que pasan en el trabajo. Después de varias sesiones, Patricia empieza a trabajar en su toma de conciencia sobre las emociones que le producen determinadas situaciones en el trabajo y empieza a responder a esas situaciones de una forma distinta. Para ello, Patricia ha aprendido a gestionar su emoción para poder relativizar. En este proceso de aprendizaje la clave es la neuroplasticidad.
Cuanto más practique Patricia con respecto a su gestión emocional, más fácil le resultará, porque sus nuevas conexiones neuronales empiezan a fortalecerse, ya que, en el cerebro, esas conexiones se empiezan a hacer más fuertes a medida que las utilizas. La capa de mielina que las recubre se hace más gruesa, consiguiendo que los impulsos eléctricos que hacen que funcione la neurona sean cada vez más fluidos y eficientes.
Sabemos que empezar a hacer las cosas de forma distinta no es fácil, pero sí podemos ejercitar nuestra neuroplasticidad. ¿Cómo? Aquí unos tips:
Conecta con ilusión con el propósito del cambio, ¿por qué quiero cambiar?, ¿qué beneficios voy a obtener con este cambio?, ¿en qué va a mejorar mi vida?
Haz un plan con metas cortas para ir dando pasitos en tu propósito.
Despierta la curiosidad, abre tus ojos a todo lo que tenga que ver con el objetivo del cambio. La curiosidad nos hacer estar más despiertos y que nuestras neuronas trabajen más y mejor.
Comparte tu propósito con alguien que sepa escucharte, que no haga juicios, alguien con quien puedas conectar. Este tipo de conversaciones está demostrado que ayuda a las neuronas de nuestro cerebro a encenderse como las luces de un árbol de Navidad.
Tómate las cosas menos en serio, ríete más, ríete de ti mismo… La risa estimula nuestro cerebro además de muchos beneficios más en nuestro organismo.
Haz ejercicio. Está comprobado científicamente que el ejercicio físico activa la neurogénesis, la creación de nuevas neuronas para facilitar el aprendizaje.
Te invito a empezar a probar con algo sencillo, algo que quieras empezar a hacer de forma distinta. Recuerda, la práctica es importante además de darte un tiempo para que en tu cerebro se vayan reforzando esas conexiones neuronales. ¿Qué te parece, te animas?
Foto Freepik
Melinda Sánchez Coach
Comments