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¿Sabes sentir para crecer?


¿Cómo actúas cuando te ha pasado algo que te provoca una emoción intensa… pena, desilusión, pérdida, decepción… o una alegría inmensa, satisfacción, plenitud, liberación…?


Si la emoción es negativa, muchos de nosotros hemos aprendido que “hay que reponerse cuanto antes”, “tienes que pensar en otra cosa”, “hay que olvidar y seguir” … Parece que hay que deshacerse de la sensación cuanto antes para volver a tu vida normal y seguir como si no hubiese pasado nada.


Eso quizás pasaría en un mundo irreal en el que tuviésemos un botón de reiniciar con el que pudiéramos resetear nuestra memoria y experiencias. La realidad es que no tenemos ese botón y sinceramente, pienso que somos afortunados no teniéndolo porque sentir las emociones, superar las etapas y aprender de los errores nos hace crecer como personas.


Si la emoción es positiva, ¿cuánto tiempo la saboreas, la agradeces, la vives…? En este mundo de locos y rapidez, pasamos a otra cosa en muy poco tiempo sin saber recibir los beneficios de esas emociones positivas para nuestra mente y nuestro cuerpo.


¿Cómo aprender a sentir las emociones negativas?

  • No tengas miedo de ellas, si lo sientes, es porque es parte de ti. Date permiso para sentir, no se trata de huir, pero tampoco de regodearte en el dolor, tristeza, pena, etc. Trabajamos las emociones negativas para superarlas.

  • Observa tu cuerpo, ¿dónde sientes la emoción? Observa dónde están las tensiones acumuladas, quizás te cueste tragar, te duela la boca del estómago, sientas presión en el pecho… Respira profundamente y deja espacio a la emoción.

  • La aceptación es la llave para la liberación. Luchar contra la emoción probablemente consiga intensificarla. Acepta que te sientes mal, que te ha pasado algo que duele, te hace sentir triste o decepcionado y es completamente normal.

  • Expresa lo que sientes: si necesitas llorar llora, si lo que quieres es hablar hazlo, si quieres estar solo, date tu tiempo, lo importante es que le des espacio a la emoción.

  • Pregunta: ¿qué puedo aprender de lo que me ha pasado? Darle sentido a mi emoción para un futuro nos ayudará a superarlo antes.

  • Y finalmente suéltala, imagina cómo tu emoción está dentro de un globo que agarras de un cordel y cuando te sientas preparado, suéltalo y observa cómo se eleva hacia el cielo para desaparecer entre las nubes.

  • Si vuelve la emoción, acuérdate del aprendizaje y si necesitas soltar otro globo… ¡adelante!


¿Cómo aprender a saborear las emociones positivas?

  • En el momento en el surge la emoción, exprésala, siéntete libre de saltar, gritar de alegría o llorar si sientes felicidad plena. Si es una emoción menos intensa, aunque muy positiva, sé consciente de tu sonrisa, de la energía que recorre tu cuerpo…

  • Trae la conciencia a las personas que te rodean, con quién lo compartes y qué representan para ti.

  • La gratitud es la herramienta más poderosa para saborear las emociones positivas. Siéntete agradecido por ese momento y por las personas que te rodean, te aseguro que se intensificará todo al instante.

  • A veces la emoción positiva te envuelve tanto que sólo logras sentirla a posteriori. Si es así, igualmente recuerda el momento, con quién estabas, cómo sonreías, cómo reaccionaban los que estaban a tu alrededor, agradece esa sensación y el momento vivido.


Las emociones son tan poderosas que cuando las recordamos, nuestro cerebro no distingue si están pasando en ese mismo instante o no. Haz la prueba. Cierra los ojos y recuerda una emoción de gran felicidad, dónde estabas y con quién, conecta con el momento, siente lo que sentiste ese día y observa cómo responde tu cuerpo. Volver a una emoción positiva te puede hacer cambiar tu día. ¿Qué pierdes por probar?

Foto Unsplash

Melinda Sánchez Coach

 
 
 

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