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Vacaciones… y los millones de planes


Como muchos de nosotros empezamos las vacaciones, los siguientes post semanales estarán enfocados a este periodo del año tan esperado con la intención de ayudaros a tener unas vacaciones mucho más placenteras. Hoy empezaré hablando de los planes y cómo utilizarlos desde la consciencia para ayudar a que tus vacaciones sean mucho más gratificantes. Cuando te vas de vacaciones, ¿vuelves con la sensación de que no te ha dado tiempo a nada y de que se han pasado volando?


Los planes

Tener planes siempre es bueno porque nos ilusionamos, queremos hacer mil cosas que no tenemos nunca tiempo de hacer: ir a la playa, ir al restaurante que más nos gusta, quedar para comer con fulanito, para cenar con menganito, llevar a los niños a ese sito tan especial… A mí esta lista me satura sólo de pensarla, son tantas cosas que al final estamos cambiando una forma de estrés por otra, una vida a tope por otra, pero en otro sitio. Algunos dirán que les encanta vivir el verano así y yo me alegro mucho por ellos, pero cuando vuelvan de vacaciones seguirán sumando estrés a sus vidas y probablemente la insatisfacción juegue un papel importante en los meses de otoño.

Los planes son siempre buenos mientras les demos el peso y el valor que tiene, ilusionarse y planear es fantástico, pero si se convierten en una lista que “hay que” completar, que “tienes que” hacer, se convierten en vez de en una ilusión en una obligación.


¿Planes en solitario o con familia y/o amigos?

No es lo mismo tener tus propios planes que hacer planes con la familia o con los amigos. Sí, hay gente que pasa las vacaciones en solitario, porque es su decisión o porque no le queda más remedio. Si pasas las vacaciones solo, tendrás mucha más libertad para hacer lo que deseas, aunque los tips de los que voy a hablar te vendrán bien igualmente.


En el caso de pasar las vacaciones en familia y/o con amigos, no sólo priman tus sueños, ilusiones o intereses, están además los del resto del grupo. Está muy bien saber cuáles son nuestras prioridades y cómo queremos invertir nuestro tiempo, pero si hay más personas implicadas y queremos que la energía fluya, interesarnos por los planes que les apetecen a los demás, nos ayudarán a entender mejor las prioridades de cada uno.


Por ejemplo: Marta y Javi son un matrimonio con un hijo adolescente que tiene su propia pandilla en la playa, por lo que ya no tienen que estar siempre pendientes de él y pueden hacer un poco sus vidas este verano. Marta ha tenido un invierno complicado, ha cambiado de departamento en su trabajo y le ha costado mucho adaptarse al nuevo equipo, está agotada y le ha comentado a Javi que necesita descansar estas vacaciones. Javi lo entiende, pero este invierno no han ido a ningún sitio y está deseando que lleguen las vacaciones para hacer mil cosas.


Si Marta y Javi no hablan sobre lo que es importante para cada uno de ellos, probablemente la sombra del conflicto ronde a su alrededor este verano. No sólo debemos poner sobre la mesa lo que nos pasa, lo que sentimos o lo que nos importa, sino que debemos usar la empatía para entender la situación del otro y “negociar” de forma coherente y realista hasta dónde va a querer Marta estar saliendo y entrando y hasta dónde Javi está dispuesto a quedarse tirado en la hamaca durante ocho horas… Empatía, comunicación y mucho respeto, ese es el primer paso.


Planes como señales de éxito vacacional

Cuidado con utilizar el cumplimiento de tu lista de planes como indicador del éxito o fracaso de tus vacaciones. No es tanto el número de planes que hagas, sino la calidad de los mismos. A lo mejor no te da tiempo a hacer todo lo que habías planeado, ¿cómo lo has pasado el resto del tiempo?, ¿has estado disfrutando y saboreando el momento o estás pensando en lo que vas a hacer después o en lo que no has podido hacer?


Utiliza la conciencia plena para que tus vacaciones sean un éxito

Allá donde vayas, ya esté planeado o no, utiliza la intención, las ganas de pasarlo bien de forma consciente. Si hoy vamos a un sitio que no te apetece mucho, pero a tu pareja sí, si habéis decidido ir, tienes dos opciones, utilizar la de “ya que voy, disfruto” puede hacer que tu momento sea mucho mejor de lo que esperabas. La actitud es importante y la consciencia nos ayuda a no dejarnos llevar por pensamientos negativos.


Manejar tus expectativas con respecto a los planes hará que el grado de satisfacción esté mucho más equilibrado. Recuerda: empatía, comunicación, respeto, actitud y sobre todo consciencia. ¿Planes…? Mejor buenos que muchos.

Foto Freepik

Melinda Sánchez Coach

 
 
 

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